El Premio Escondido: Por qué la liquidez importa más que nunca.
- Cristian Araya
- 22 oct
- 2 Min. de lectura
En inversiones, a menudo nos obsesionamos con el riesgo y el retorno. Buscamos la próxima gran oportunidad, ese activo que promete rendimientos estratosféricos a pesar de los riesgos. Sin embargo, en esta búsqueda, estamos dejando de lado un factor crucial, un "premio" que se está volviendo cada vez más valioso: el premio por liquidez.
La liquidez es la facilidad y rapidez con la que se puede vender un activo y convertirlo en efectivo sin perder su valor. Un activo muy líquido, como una acción de una gran empresa, se puede vender en segundos. Un activo ilíquido, como una propiedad inmobiliaria o una obra de arte, puede tardar semanas o meses en encontrar un comprador.
El premio por liquidez es la compensación extra que los inversores exigen por inmovilizar su dinero en activos que no pueden vender fácilmente. En otras palabras, si un activo es difícil de vender, debe ofrecer un rendimiento más alto para justificar el riesgo de no poder acceder a tu capital cuando lo necesites.
¿Cómo se calcula?, no existe una fórmula mágica para determinarlo, pero el concepto se aproxima bastante a la diferencia de rendimientos respecto de otro activo bastante más rápido de convertir en caja. A modo de ejemplo, si comparamos un Depósito a plazo, instrumento muy líquido y seguro que ofrece un 4% de retorno, y un activo no tradicional, como un bien raíz, con menor liquidez que ofrece un 13%, esa diferencia de 9% podría considerarse en gran parte como el premio por liquidez (además de otras variables, riesgo crédito, plazo, etc).
El premio por liquidez es especialmente relevante en el mundo de los activos alternativos, como Bienes raíces, Capital privado (Invertir en una empresa que no cotiza en bolsa) o Fondos de capital de riesgo. En estos casos, el premio por liquidez es una parte fundamental del retorno. Sin esa compensación adicional, pocos inversores estarían dispuestos a asumir el compromiso de no poder vender sus activos.
Hoy en día, el debate sobre inversiones esta muy centrado exclusivamente en buscar activos que ofrezcan el mayor retorno posible para el nivel de riesgo que estamos dispuestos a asumir. Este enfoque, aunque útil, tiene un punto ciego: ignora el factor de la liquidez. En un entorno de incertidumbre, como el actual, el poder disponer de tu capital cuando lo necesitas se convierte en una prioridad.
La pandemia del COVID-19 y las recientes crisis económicas nos enseñaron una lección valiosa: el acceso al capital es vital en tiempos de crisis. La posibilidad de vender un activo para enfrentar una emergencia o para aprovechar una nueva oportunidad se convierte en un activo en sí mismo.
En resumen, es hora de revaluar nuestra forma de invertir. Sí, el riesgo y el retorno son fundamentales, pero el premio por liquidez es un tercer pilar que no podemos ignorar. No se trata solo de qué tan rápido puedes obtener una ganancia, sino de qué tan rápido puedes disponer de tu dinero si las condiciones cambian. Ignorar la liquidez es un error costoso que puede dejar a un inversor en una situación vulnerable. El premio escondido no es un lujo, es una necesidad.

